miércoles, 30 de marzo de 2016

Soy Hemingway



 Es el título más idiota que he editado y que editaré pero, sinceramente, es lo que mi voz interior aulló en cuanto Patricia se puso en contacto conmigo. Las coincidencias en literatura son increíbles.





El 8 de marzo me iba arrastrando por los pasillos porque tenía  jornada evaluadora inacabable e inagotable. Justo en la minipausa para la comida se puso en contacto conmigo Patricia Picazo. Picazo, narradora, bloguera y cuentista (http://patriciapicazo.blogspot.com.es/) es el alma mater de un festival sobre la narrativa oral que se celebra en Ávila desde hace ya unos años. Fuimos compañeras allá por el Pleistoceno Medio y sabemos la una de la otra gracias a las redes sociales, de las que yo ya he dicho más de una vez que soy fan total. Cuando pidió microrrelatos para el festival, le envíe uno y justo ese día me dijo que había sido seleccionado para el certamen.

Sin embargo, y como diría Martín Gaite, la noticia tenía un cuarto de atrás que consiguió atragantarme: “Este cuento está atribuído a Hemingway. ¿Es de él o de algún otro?”, me preguntó.

Enrojecí por la vergüenza de que sospechase; por la vergüenza de que pensase de que podía ser capaz de tremenda estupidez; pero también porque cuando me pasó el micro del Nobel (que jamás antes había leído) comprobé la normalidad y la lógica de su primera deducción ya que tanto uno como otro tenían la misma estructura, desarrollaban una idea idéntica y compartían penas escondidas en unos zapatos infantiles o en un cochecito.

Los reproduzco para volver a alucinar con el paralelismo. El mío lo publiqué hace ya 3 años en este mismo blog (Ver "Vacío en 1, 2, 3...") y forma parte de lo que llamo mi “Etapa Negra” (Goya dixit, con permiso).

Qué impulsó a Hemingway escribir el suyo no tengo ni idea.



-“For sale: baby shoes. Never worn”

-"(Anuncio por palabras): Se vende cochecito de bebé sin estrenar"


PD: Por cierto que Patricia me creyó y publicado quedó. Pero, aunque hubiese sido deseditado, mi alegría salvaje que duró evaluación, postevaluación, entrega de notas y claustro, no se habría reducido. Fue un placer. Mil gracias.

5 comentarios:

  1. Tremenda coincidencia para tremebundos relatos. ¿Será que la genialidad es contagiosa?

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  2. Mis costipados sí que son genialmente tremebundos y se contagian con un pestañeo. Acabo de leer que muchas veces los blogueros tienen la sensación de que lo único que hacen es parlotear solos. La verdad es que siempre he querido mantener esa impresión para no ponerme cortapisas, para sentirme totalmente libre para escribir. Eso no quita que cuando descubro un comentario digo: ¡¡Pero si esto sí que se lo lee alguien!! (madre). Muchas gracias por leer y comentar.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. No sabía que “For sale: baby shoes. Never worn” era de Hemingway.
    Del tuyo sí que me acuerdo cuando lo escribiste.

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