sábado, 9 de diciembre de 2017

Doce voces en Marxalenes

Aspecto de la calle Marchalenes a mediados de los 80.

Portada del libro.
Siempre es una alegría volver al barrio. Cuando conduzco por la Avenida Burjassot me como un bocado de la madalena de Proust. Me meto en los doce años, en la adolescencia y regreso a un territorio limítrofe: límite del centro goloso, límite de la marginalidad  y chabolismo y límite de huerta, con antiguas alquerías que han sido reconvertidas ahora en locales sociales y municipales. De hecho, mi colegio había sido una de aquellas masías que tras el abandono de la familia se había reconvertido en centro escolar. Para ir a clase nos cruzábamos con labradores, saltábamos acequias y atravesábamos descampados. No había aceras y llegabas al colegio como podías, bordeando grandes balsas de agua y barro. Mi barrio es el de Manolito. Soy un calco malo de Elvira Lindo quien describe su Carabanchel desgarbado en el que creció y se hizo adulta. 
Cuando por circunstancias familiares seguí estudiando en un colegio de élite y me preguntaban por Marxalenes, me miraban con una mezcla de desconocimiento y pánico. Aquello estaba bien lejos de la cuadrícula perfecta del Ensanche. Acabó por expulsarme de allí la escalada enloquecida de los precios y la carrera descontrolada de un urbanismo que arrasaba cultivos, ordenaba el arrabal y uniformaba los descampados para que todo estuviera bien ordenadito. Ahora, me encanta reconocer comercios que perduran a pesar de los pesares. Me gusta cruzarme con los vecinos y
El acto se desarrolló en la sede de la Asociación
seguir viendo allí mi raíz. Pero volver para presentar un libro es espectacular; es una maravilla.
Doce voces frente a la violencia contra la mujer” es una publicación coral muy pequeña, editada por la Asociación de Mujeres de Marxalenes, hecha con otras once mujeres para escribir un libro que es una muesca diminuta, liliputiense, pero presente y orgullosa para luchar contra este espanto. Es también especial porque la mayoría de los relatos está hecho a partir de un Taller de Escritura, y porque muchos de los cuentos son autobiográficos: hay dolor, hay malos tratos, hay incomprensión pero también superación, esperanza y vergüenza ajena, que no propia. Todavía no entiendo muy bien por qué fue escogido porque creo que “El único de su clase” no acaba de encajar en la filosofía pero le agradezco a Ginés Vera,  promotor de esta publicación, el
incluirlo. Gracias a las mujeres que levantaron la mano en el acto de presentación, orgullosas de decir “yo soy superviviente”.


El barrio se mueve y está vivo.
-La Asociación de Mujeres de Marxalenes está en la Avenida Portugal 57 de Valencia. Tel: 962 059371

domingo, 24 de septiembre de 2017

Móntame una escena

Una entrada puramente informativa, pero que me llena de ilusión: acaba de salir del horno, todavía crujiente, humeante y casi palpitante la V edición del libro "Móntame una escena",
Portada del libro,
del taller de escritura de Literautas. Esta vez, está integrado exclusivamente con microrrelatos hechos con un máximo de cien palabras. Participo con "En casa de Bernarda", un micro dedicado a la desesperada Adela, uno de mis personajes favoritos de Lorca, y que también puedes leer en este blog. El libro está disponible de forma gratuita en versión digital, pero también se puede comprar en papel a través de Amazon. Todos los beneficios que se consigan se donarán a la ONG Educacion Sin Fronteras (www.educacionsinfronteras.org/es)
Para haceros con una copia del libro, clicad aquí:http://www.literautas.com/es/taller/libro-taller-montame-una-escena-recopilacion-5/ 

Gracias por leer. Gracias por colaborar y participar.

lunes, 4 de septiembre de 2017

En esta casa se folla todas las noches a las once

En alguna ocasión ya he mencionado la especial relación que tengo con las peluquerías y con quienes la regentan (habitualmente, mujeres). Ellas son mi puerta de entrada a las localidades por las que he pasado y, en este redescubrir de mi barrio, me he encontrado con Luz. Es de Medellín, lleva la vida muy vivida y, no sé si será por su nombre o por  qué, tiene más energía que un faro. Espero que su pareja se tome muy en serio la nueva norma de su casa.

EN ESTA CASA SE FOLLA TODAS LAS NOCHES A LAS ONCE

Su marido era modelo de exactitud, pulcritud y orden. Destacado militar, al año de casado había decidido tomar las riendas de la gestión de su casa. Su mujer, a quien adoraba, era una caótica convencida con la que, por supuesto, no podía contar. Después de pensarlo un poco, punto por punto anotó en la puerta de la nevera varias medidas inevitables destinadas a llegar a buen puerto todos los meses.
A saber:
1 La compra semanal se realiza las mañanas del sábado.
2 El automóvil se lava el último fin de semana de cada mes.
3 Arroz y pasta, sólo los domingos.
4 Ejercicio suave y/o paseo, todos los días de 9 a 10 h.
5 Primer fin de semana de mes, revisión y puesta a punto de los recibos más habituales. Véase gas, agua, luz…
.
.
.
Y las instrucciones seguían y seguían hasta completar un decálogo de buenas maneras.
 “Mira la puerta de la nevera cuando llegues a casa”, le dijo en un mensaje.
Al entrar en la cocina, Marga leyó las anotaciones. Frunció el ceño y redactó una más,. Después de pensarlo un poco, subrayó en rojo el paréntesis:
11 En esta casa se folla todas las noches a las once. (Estés o no).


miércoles, 23 de agosto de 2017

Sé despiadado defendiendo tu tiempo de escritura

Cita encontrada en el magnífico blog Tinta al Sol que condensa mi propósito para el próximo curso. Lo dejo como serio recordatorio porque no puede ser expresado mejor. Me consuela (o no) pensar que casi todos los blogueros, redactores, periodistas, escritores... pasan por lo mismo.



viernes, 2 de junio de 2017

En casa de Bernarda


La propuesta de Literautas este mes era sencillísima: escribir un microrrelato de 150 palabras. El reto opcional invitaba a incluir los términos "noche", "perfume" y "esperanza". La idea, tomada de Lorca, me vino como un fogonazo. Llegó de una manera tan explosiva, que la última palabra acabo dejándola porque  escribo en clase con precipitación y, como Adela, pudo más mi necesidad que mi deber

En casa de Bernarda

Son más de la doce y escucho cómo los cascos de su caballo resuenan en el empedrado. Me aferro a la reja hasta que los nudillos se quedan blancos.
¡Se baja del caballo, se acerca! Huele a cuero, a tabaco, a perfume.

-No, no me importa nada lo que piense mi hermana. Menos, mi madre.

jueves, 25 de mayo de 2017

Siete películas que hay que ver con adolescentes (inteligentes, desmotivados y con un comportamiento incendiario)

Si algo he conseguido este curso ha sido una estupendísima filmografía adolescente. Llamo así a las películas que he visto con los chavales de un grupo bastante complicado. No es que sólo puedas verlas con quince años. Tengo más de cuarenta y me lo he pasado francamente bien rescatándolas y explicándolas. Algunas son brutales y tienes que detenerlas para que entiendan los matices,  pero todas ellas hacen reflexionar casi sin querer. Muestran la realidad saliéndose del esquema y lo hacen con  un sentido del humor muy peculiar. Han sido muchas las horas de cine, pero he recogido las que tuvieron mejor acogida. Con estos trabajos, creo que seas profesor, progenitor con ganas de tratar ciertos temas o nada de eso pero tienes ganas de disfrutar del buen cine, triunfarás seguro.
 Sí, soy amiga de las listas. Será por la falta de tiempo y por mi desorden mental.

1 Krámpack (Cesc Gay, 2000 )
Ay, Dani, Dani...se te ve venir.
Cuánto me reí cuando redescubrí esta cinta y la preparaba en casa. “¡Qué cara van a poner, qué cara van a poner!” (pensaba)  y, efectivamente, ¡¡¡qué cara pusieron!!! Esta cinta narra el despertar homosexual de un chaval y la reacción de su mejor amigo. El tema está llevado de una manera muy natural en el que contribuye mucho el tiempo y el escenario en el que está narrado:  un pueblo costero durante las vacaciones de verano. De hecho, la película habría perdido frescura si se hubiese rodado en un medio más habitual como los bares o los clubes nocturnos. A Cesc Gay le salió un largometraje chisporroteante en el que enseguida simpatizas con ese Dani, que quiere ser escritor, y con Nico, obsesionado con las chicas y con el tamaño de su nuez.
Desde entonces, los alumnos a veces salen de clase diciendo, “me voy a hacer un krámpack”. En fin, en clase mucha calma. Me digo que lo importante es que saquen la cabeza del móvil y que aprendan léxico o algo así.

2 El Club de los Cinco (The Breakfast Club. John Hughes, 1985)
Me llama la atención la cantidad de páginas dedicadas
a "qué ha sido de..." de estos actores de los 80.
Esta película es la más antigua de este listado. La vi en el colegio cuando tenía 14 años y no me había olvidado de ella. Cuando la volví a ver recientemente, casi 30 años más tarde, me gustó tanto como la primera vez; así que decidí probarla en clase. Y funcionó. Me resultó muy útil la simplificación que hacemos de los demás, con una catalogación de roles apreciables a simple vista en la cinta: la princesa, el empollón, el deportista, la inadaptada y el matón. Pero también sirve para trabajar otros temas que a los alumnos no les resultan tan evidentes, como la necesidad de ser imperiosamente uno mismo, el abuso de poder o la frustración que los padres vuelcan en los propios hijos para convertirles en aquello que ellos no pudieron ser.

3 Trainspotting (Danny Boyle, 1996)
 Bueno, bueno…¡aquí me la jugué! Fue el clímax del curso. Pensé:
Por Escocia y nada más que por Escocia. ¡Salud!
“Dios mío, si esto no funciona y no podemos hablar, lo dejo todo me digas ven o no”.  Pero sí, valió la pena y contestar todas las preguntas que les surgían en el visionado,
La cinta es durísima, pero también provoca una risa irresistible. Tiene un humor británico sarcástico que me encanta, tremendamente inteligente. Me gusta también apuntar las reacciones de los chavales. “ Profe, esta película es asquerosa, no puedo con ella”V.O.. ¿Entonces la quito? ¡¡¡No-no-no-no!!! A este grupo, en el que el contacto con la marihuana, con cocaína es algo diario, les llama especialmente los estragos que causa el caballo al físico del protagonista. Y también las muertes inocentes (como la del bebé) que va provocando. Maravillosa la secuencia en que Mark sufre una sobredosis y ve la realidad con los ojos de quien está con un pie en la tumba. Lo entienden a la primera. Este año se ha estrenado la segunda parte que todavía tengo pendiente de ver.

4 American History X (Tony Kaye, 1998)
Norton fue nominado al Óscar como Mejor Actor en 1998
por esta película.
A veces no entiendes ciertas cosas. Cuando un grupo está por completo fuera de lo estándar (compañeros gitanos, rumanos, chinos y más) y escuchas comentarios racistas se me prende la furia. Pero claro, aquí la ira no funciona. Me dio la idea de esta cinta un chico uruguayo un tanto inadaptado. No recordaba el título, sólo una secuencia que es en ella misma, “la secuencia”; la imagen que queda en la cabeza de todo aquel que la haya visto por su brutalidad.
Edward Norton está maravilloso en su papel de Derek Vinyard. Tan creíble en su etapa nazi como en su redención en la cárcel. Entienden el engaño de los clichés, de los prejuicios. Reconocen que la ayuda puede venir de esa persona a la que despreciabas. Es una cinta muy contundente que no deja indiferente a nadie.

5 Celda 211 (Daniel Monzón, 2009)
El mensaje que quería transmitir al proyectar esta cinta era claro y se
Fue la cumbre, la explosión de Luis Tosar.
ncillo: “Manteneros alejados de este sitio, por favor. No entres en este entorno brutal. No sacarás nada bueno de aquí, como le pasó al bueno de Juan”. Igual parece una exageración, pero este curso he tenido varios alumnos tutelados por el Tribunal de Menores. Muchos han visto y vivido cosas por las que yo no he pasado ni espero pasar.  Les impacta muchísimo lo poco-poquísimo que les importa los presos a la sociedad.
  Es la única película, junto con Trainspotting, que vi en un cine. Recuerdo que Ana y yo estábamos solas en la sala. Y salimos, y continuábamos solas en el hall de entrada del multicine. Y conduje el coche, y seguíamos siendo las únicas almas que circulaban a esa hora por Amposta. La soledad del Delta era como la soledad del alma de Malamadre.

6 REC (Jaume Balagueró/Paco Plaza 2007)
Creo que fueron tres veces seguidas las que me preguntaron: "¿¡¡¡Pero esto cuándo ocurrió?!!!" y "¿Esto pasó de verdad?". Resultados d
El espectador se identifica a la primera con la 
pobrecita Ángela Velasco.
el maravilloso falso documental aplicado al cine -que hoy utilizo para ejemplificar en Cultura Audiovisual-y de una introducción a la trama principal en formato programa periodístico que termina en pesadilla. Me sigue fascinando el buen resultado que esta película produce en chavales que presumen de ser expertos en terror. Presumo de cine español cuando la he proyectado en clase y me encanta tantísimo; tantísimo como infumable y atragantable resulta la segunda parte, que ha perdido toda intriga y se traduce en una pesadilla zombi totalmente previsible.

Manuela Velasco obtuvo en el 2007 el Goya a la Mejor Actriz Revelación por este papel de periodista que le cae el peor programa del mundo en una noche fatídica.  

7 Barrio (Fernando León de Aranoa, 1998)
¿Cómo es posible que no haya proyectado más veces esta película? A veces me sorprende mi mala memoria; más que nada porque este largometraje refleja mi propia adolescencia  y mi barrio, que es también el de Manolito Gafotas (Carabanchel Alt
"El próximo coche rojo que salga es el mío".
o), solo que en otra ciudad y en otro tiempo pero igualmente destartalado, bordeando la delincuencia y el desamparo. Manu, Javi y Rai puedo ser yo misma con Yolanda, Gema y María viendo qué hacer un sábado por la tarde. Un barrio a medio hacer, en pleno desarrollo que no sabe hacia dónde se dirige: si hacia la marginalidad o hacia el éxito y sus vaivenes también arrastran a sus vecinos. El largometraje empieza con una mirada bondadosa hacia la adolescencia y termina en denuncia hacia los peligros que puede conllevar no estar pendiente, no cuidar lo que tienes en casa. Qué maravilloso Críspulo Cabezas (Rai) y qué bien ha pasado el tiempo por esta película. 

Al terminar de verla, lo que más me sorprendió es comprobrobar lo mucho, muchísimo que hablaban los adolescentes entre ellos ANTES de la llegada de los móviles. Qué triste es escribir esto mismo.

Otras cintas vistas en clase con resultados muy buenos:
-La profesora de Historia (Marie Castille Mention-Schaar, 2005). No hay nada más eficaz para mejorar el comportamiento que verse reflejado en la pantalla. El liceo de Anne es una bomba con denotador integrado por musulmanes, hebreos, católicos. Cuando veíamos los primeros veinte minutos, en clase me dijeron: "Profesora, nosotros nos portamos mejor..." Pues sí, pues sí. Juno (Jason Reitman, 2007), para tratar los embarazos adolescentes y cómo un problema puede enfocarse de mil maneras. Corazones de acero (David Ayer, 2015) para introducir la II Guerra Mundial teniendo como gancho estupendo a Brad Pitt.
¡A disfrutar!


lunes, 10 de abril de 2017

Tres silencios de Estellés

Yo, que sé poner cara de perro a tiempo, que grito y me desgañito con furia, sé que tengo un interior blandito como un queso. Me pongo a llorar a mares con los temas bélicos, por eso siempre los he evitado de puntillas, pero este año me he arremangado a la fuerza para meterle mano a la Segunda Guerra Mundial. Disparo al centro de los chavales con lo que encuentro, porque no entiendo cómo se puede enseñar enredando con cifras y fechas sino desde la estrategia y la desesperación.

De rebote, rebuscando en la Fnac para salirme de lo de siempre, me he encontrado con Dulce Chacón a quien he dejado entrar por la situación. Con ella, me he metido en Las Ventas y he conocido a Julia Conesa  ("Que mi nombre no se borre de la historia"). Leyéndola me viene a la memoria mi abuelo Paco: no le veo desde hace veinticinco años y es como si lo tuviera aquí delante mismo, con su boina negra y su sonrisa desdentada. Nunca hablaba de la guerra. Cuando le rondaban los recuerdos, escribía y silbaba. Estaba lleno de silencios. A su manera, hizo una digestión muy pesada sin amargura. El tiempo no consiguió que olvidase su pasión por la política, por la democracia, por los toros y por la tierra. Los veranos con él eran los ribazos, los paseos por el campo y una casa en la que yo también me sentía muy perdida. Hoy me encuentro con otros vacíos que sí son de auténtica tristeza: madres que no hablan con sus hijas. Las dejaron al otro lado del Atlántico con dos años. Se reencuentran diez años más tarde y se han convertido en extrañas. "El problema no es la violencia, ni las cuestiones económicas, ni las familias desestructuradas. El problema son los niños que llegan a casa y no tienen a nadie con quien hablar" (Bertrand Tabernier: "Hoy empieza todo")
Estos silencios también los hizo verso Estellés. Siendo todos el mismo, en el fondo son tres distintos y yo los siento en cada serifa.


ha vingut la meua cosina
i m'ha dut un disc de Raimon

cantava raimon
i cantava la pedra i el vent

oprimia jo la ma d'isabel

en acabar el disc
la meua cosina estava plena d'alegria,
isabel i jo ploràvem

quan voldran els déus o qui siga
que acabe esta situació.

arraparia les parets.

Isabel se n'ha anat a la cuina

i m'ha dut un got d'aigua

II 
(AVUI QUE FARIA SIS MESOS)

Ara, que és ben de nit, filla meua, oldria
netejar-me bé els ulls, ja saps, amb aigua i sal,
rentar-me bé els ulls i llavar-me les mans,
refregant-les després en un rastell ben aspre,
filla meua, i posar-me darrerament a escriure't,
així, senzillament, com qui es menja una poma,
com qui es rasca un genoll, com qui xiula al capvespre,
tot així, filla meua, ací, en aquest racó
de la casa, la casa en silenci, la casa
sense tu, filla meua. Ja no sé què et vull dir,
jo no sé si et vull dir quelcom, jo no sé res,
jo només sé que vull parlar amb tu, romandre
així, tota la nit, tota la vida, tota
la nit, aquesta it sense tu, filla meua,
oh quina nit més gran, ja saps: la nit dels hòmens.
I ací estic, i t'escric paraules i paraules,
vaig fent ratlles paraules, coses i coses, coses,
no sé ben bé què són. 

III

jo escrivia, assegut a la taula,
i tu, dempeus darrere meu,
miraves el signes que traçava jo
com si anasses llegint-los
o patint-los,
no ho sé.

de vegades em demanaves que et llegís allò que jo havia escrit.

no ho entenies però ho intuïes.

el meu llatí ja  no era el teu llatí.
i callaves després.

ara,
mentre escric açò,
et sent al meu darrere, a les meues espatles,
et tinc o et necessite.
per això he interromput un himne a venus
i t'he escrit açò
molt devotament,
pare

lunes, 20 de marzo de 2017

El único de su clase

Este texto, como algunos otros en los que estoy enredada últimamente, no estaban destinados al blog pero me decido a publicar para dar alguna señal de vida…porque últimamente estoy escribiendo como ejercicio, como quien corre para mantenerse en forma sin apasionamiento, y  para mí, el entrenamiento es redactar para un concurso. Es lo que acabo de hacer y encima sin esperanza de ganar porque es una iniciativa para promover “la igualdad de género” y yo lo he hecho, sí, pero a la inversa. A veces pienso que soy gilipollas. ¿Se puede decir esto aquí? Pues sí, hija mía, evidentemente, porque es tu blog y aquí haces lo que te da la gana.
 Vuelve a aparecer el señor Jacobo aunque esta vez no es un empresario, sino un médico obsesionado por el buen nombre de su familia y el futuro de sus hijos. La sexualidad de Miguel me importa bien poco; en realidad, su opción no es relevante. Me importa más lo que quiere hacer en su vida profesional y lo que es relevante total… ¡¡¡consigo superar las 300 palabras!!! 
EL ÚNICO DE SU CLASE

 Miguel era el pequeño de cinco hermanos varones. Siempre destacó por su sensibilidad y por su absoluto desinterés por los juguetes de sus otros hermanos: ni automóviles, ni balones, ni dinosaurios ni cromos llamaban su atención. En el parque, donde el juego es puro movimiento, Miguel correteaba con los demás, subía y bajaba del columpio y del tobogán, se pegaba con la chiquillería…pero cuando aparecía una niña. ¡Ay, como apareciese una niña! Se olvidaba de sus hermanos, de sus abuelos y de sus primos.  Se iba directo a ella y le gritaba: “¿Quieres jugar a mamás y papás?”. Para regocijo de las niñas y mirada inquisitiva de los padres. Si además, la niña se había traído consigo alguna muñeca, la tarde ya estaba hecha y de nada valía las sugerencias de los mayores para que cambiase o alternase de juego. Miguel cogía al bebé, lo besaba y acunaba, lo tapaba con el trapito y lo más alarmante de todo: se tiraba toda la tarde acarreando al bebé en el cochecito mientras cantaba cualquier canción. Eso hizo que Miguel tuviese desde bien pequeño muchas amiguitas y empezó a escuchar y a estar rodeado de un discurso en femenino selecto que él absorbía por completo.
A partir de entonces, toda la infancia de Miguel estuvo observada y medida con el rasero de la “normalidad”. Su padre, arrastrado por la sospecha, observó el comportamiento de cerca: los juegos, los dibujos, algún tipo de indicio de desviación natural. La adolescencia y la pubertad de Miguel fue alarmante. La dirección del centro educativo acabó llamando a casa de los padres: se escondía a solas con las niñas, le pillaron encerrado varias veces en los baños de las chicas, le vieron toqueteando las bragas de sus compañeras.
-¿Que sólo quieres aprender, Miguel? ¡¡¡¿Pero el qué, por el amor de Dios?!!!  
A punto estuvieron de expulsarle. Pero tenía un currículum impecable, que hacía subir la media de su clase. Eso y la influencia de su padre (el doctor Jacobo, tan conocido) evitaron la patada que en cualquier otro centro le habría propinado.
Aquel incidente pareció calmar al aparente siempre inestable Miguel. El pequeño de la familia fue creciendo como también lo hacía el resto de la prole. Sus estudios en los años finales de la Secundaria no hicieron más que progresar. En algunas materias, como biología, era brillante, el mejor de su clase. Tanto que sus preguntas ponían en evidencia al profesor. Su interés por la anatomía femenina no tenía límite. En el último examen oral escuchó: “¡Sal con alguna en lugar de estudiarlas tanto, idiota!”-
Bachillerato también terminó y la prueba de acceso a la Universidad fue un paseo tranquilo. Con tan exquisitos resultados, las puertas de los siguientes años se abrían  sin trabas. Podía hacer lo que quisiera.
Lo que quisiera.
La reunión con su padre estaba al caer. Días antes de formalizar la elección de los estudios, el doctor Jacobo se reunía a solas con cada uno de sus hijos en su despacho. Allí los arrinconaba entre títulos enmarcados, menciones honoríficas y el reconocimiento de los colegas. Así había sido con sus hermanos, y también él pasaría por lo mismo. Sí, tenía todas las puertas abiertas, pero él esperaba que sólo pasase por una (es por tu bien).
 Caminó por los pasillos de la Escuela mirando las orlas de las últimas promociones y leyó en voz baja:
-Carmina, Andrea, Silvia, Isabel, Carla, Nuria, Julia…
No podía demorarse más. Cerró despacio la puerta del despacho de su padre.
-Has sido el más singular de mis hijos. El que más quebraderos de cabeza me ha dado, también el más inteligente. Sabes que tu madre y yo nos hemos desvivido por ti…
-Sí, padre.
-Sabes que siempre hemos intentado entenderte y que te hemos sacado de más de un apuro. Ahora, con estos resultados académicos espero que sabrás hacer lo que más te conviene…
-Entonces creo que te alegrará saber que también viviré de la Medicina.
Su padre saltó del sillón de piel.
-¡Miguel!-gritó emocionado- ¡Por un momento pensé que ibas a decir que querías ser actor o cualquier locura! Qué alegría me das que sigas la tradición familiar. ¿Qué especialidad quieres seguir? ¿Cardiología?¿Neumología?¿Dermatología, como tu hermano Tomás?
-Papá –y levantó el mentón con orgullo-yo sólo quiero ser una cosa desde que tengo cinco años. Entraré en la Escuela de Enfermería. Seré partero, comadrón. Probablemente, el único varón de mi clase. ¿Y sabes una cosa? Me da igual.

lunes, 16 de enero de 2017

El rap de Sebastián

El día es entrar en el aula sin libro, sin portátil, sin motivación, sin disciplina externa ni interna, sin materiales de apoyo y con un espacio saturado. Dar clases con chavales marcados por el abandono, por las drogas químicas y con un cerebro intoxicado por la tecnología no es un milagro; es una gincana alucinante que te hace replantearte, imaginar, salirte del cuadro y agarrarte a un clavo ardiendo para conseguir mantener su atención durante cinco minutos. No cuento nada que no le haya sucedido a cualquier docente en sus años de trabajo. Me pasa ahora en un grupo en el que si lees el currículum de los estudiantes y escuchas su trayectoria personal, lo increíble es que sigan adelante y sigan vivos.
Así que el otro día, dándole vueltas a las letras de Nach, se me ocurrió hacer un concurso de rap. Y llegó Sebastián Jurado. Se plantó al lado de la mesa del profesor, escribió y recitó "La calle" y me pareció que, claramente, estos versos debían estar en el blog. Si eres profesor, tienes aspiraciones poéticas o literarias, o sencillamente te interesa este estilo musical  puede que lo consideres pueril, inmaduro, sin mensaje, con las rimas traídas por los pelos y con un ritmo mal marcado. Sin embargo, también contiene referencias a la NBA (Lebron es LeBron James, el alero de los Cleveland Cavaliers) y con metáforas que sólo entiendes si te has asomado un poco a la vida de quien lo ha escrito:  Sebastián "fuma verde sólo con la mitad de su corazón" porque consume marihuana con el remordimiento de quien sabe que si quiere cumplir su sueño de llegar a ser militar, debe dejarlo. Utiliza el término "bribón" aprendido en clase (evita un taco, tan habitual en estas composiciones) y tan alejado de su léxico habitual como el concepto químico "reacción exotérmica". Y con una combinación ocasional de carambola fusiona el faraón con la Ciencia Ficción con la suficiente fuerza evocadora como para hacerme pensar en la serie StarGate de los noventa. Así que sí, aquí está. Aunque sólo sea para recordarme a mí misma que hay veces en los que sí trabajan, aprenden y están motivados.
No dejo de pensar en el curriculum de FP Básica que indica con toda la seriedad del mundo que debo empezar el apartado dedicado a la historia por la Segunda República. 
¿Alguien más, por favor, piensa que hay cosas que podrían hacerse un poco mejor?

LA CALLE

Traigo rap para esta ocasión,
fumo verde con la mitad de mi corazón.
Tengo más poder que un faraón,
soy pura Ciencia Ficción.

No quieras que te acribille en un callejón,
meto triples como Lebrón.
Di que soy un bribón,
de mí no se esconden en ningún rincón
porque les fumigo desde mi avión.
Por mi familia ocasionaría el Armagedón.