-Estoy harto: de mi sobrepeso, de mi imagen, de mi medio de transporte, de que sólo me quieran por el interés. Está decidido…¡Voy a cambiar!
Así que adelgazó, se rasuró la barba poblada, se hizo un buen traje a medida (corte italiano) y se compró una moto. Había rejuvenecido 20 años.
Sin embargo, su nuevo yo en el espejo no obtuvo los resultados esperados: “mentiroso”, “ladrón”, “payaso” e “intruso” fue lo más suave que escuchó. Ante tal recibimiento, casi presenta la renuncia por incapacidad laboral temporal. El problema es que sólo había tres técnicos capacitados para sustituirle y eran su competencia directa.
-Papá Noel, hay cosas que nunca deben cambiar...
¿Describir un blog? Supongo que tendría su utilidad si fuera un blog temático. Cosa que ya sé de entrada que éste no lo será. Ni siquiera sé por qué lo he abierto. Sólo sé que echo tanto de menos redactar que su ausencia me hace daño. Escribir me sienta bien. Escribir a la follie -como diría mi amiga Olivia- a lo que salga, a bote pronto...Qué bueno.Qué libertad.
sábado, 17 de diciembre de 2011
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¡Jajajá! Genial!!!
ResponderEliminar¡Arriba con el espíritu navideño!
ResponderEliminarDesconocía tu blog...I like it!!!
ResponderEliminarPatricia Perales
Je, je Creo que me es familiar el relato....
ResponderEliminarMuy bueno neni.....Feliz Navidad!!!!!;-)
ResponderEliminarEs verdad!!!! Jajajajaja Fantástico... y corto, muy cortooo!
ResponderEliminarMenudo subidón dan vuestros comentarios! Jingle bells-jingle bells!Gracias.
ResponderEliminarEn Navidad cada uno tiene su papel en la función, va cambiando conforme creces
ResponderEliminarDisfrute cada uno con el suyo, si puede.
Feliz Navidad(o lo que sea)