Foto de Laura . |
Poco, poquísimo sé de fotografía pero recuerdo una
conversación que tuve con Asun –que sí
sabía y mucho y bien del tema-en la que me decía que había dos tendencias
artísticas/pictóricas aplicables a fotografía: la primera la entendía como la impresión de la belleza a modo de cuadro; la segunda, más complicada,
intentaba siempre comunicar. La emoción no importaba: podía provocar la
sonrisa, el llanto, podía denunciar un
comportamiento o una situación pero siempre
buscaban conmover, sacudir al espectador. La fotografía de los reporteros de
prensa está en esta línea y es muy valorada (Photopress): has de tener la
sensibilidad en el ojo y una conexión explosiva con el dedo. A ello se suman los aspectos técnicos que
pueden desgraciar la mejor instantánea: luz, encuadre, movimiento…Sin embargo, estos
requisitos acaban siendo aleatorios y caen muchas veces en el factor suerte.
Personalmente, soy fan del
segundo grupo, pero en él hay un
subapartado que me agrada especialmente y es aquél que recoge y amplifica los mensajes que dejan en nosotros la vida
cotidiana. Para hacer una buena foto no hay que ir a Kosovo: basta con saber mirar. Uno de los más grandes,
Man Ray, era un mago mezclando humo y surrealismo. Este tipo de fotografía mira
por nosotros y te despierta del sopor de un bofetón.
El otro día Laura me envió una foto de este tipo: "Faltan cartas de amor". En realidad, faltan cartas. La
imagen está tomada en el Barrio de Salamanca de Madrid pero podía haber sido
recogida en cualquier parte. El amor se whatsapea, se garrapatea, se twitea, se
escribe y se envía de cualquier modo. Falta tiempo, faltan ganas, falta lanzar
el corazón más allá de la pantalla.
¿Cuál es el secreto para escribir una buena carta de amor?
(Además de lo obvio, claro)
¡¡No esperar respuesta!!
Cuándo, cuándo se abrirá un blog…
Efectivamente, faltan cartas. De amor, de encuentro, de despedida, de cita y de sentimientos. Los buzones son ahora pequeñas tumbas adosadas a las puertas de nuestras almas, aguardando un cuerpo que jamás llegará. Las telarañas son sus únicos habitantes, y en ellas quedaron prendidos, hace ya mucho tiempo, nuestros sueños.
ResponderEliminarEste comentario destila negrura por los 4 costados del sobre!!Está claro que el amor hay que buscarlo fuera de los buzones, pero sobre todo más allá de los 120 caracteres...Cambia el buzón, quita las telarañas pero nunca, nunca dejes de soñar.
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