martes, 14 de abril de 2015

Escritura-Docencia-Escritura


El hecho de ser una persona instintiva y no sistémica me ha hecho replantearme este oficio unas mil veces a lo largo del año. Durante mucho tiempo he tenido la fortísima sensación de estar pasando bien por un divorcio o por una elección errónea en la que abandonaba a mi amante y me quedaba con un marido. Sin embargo, no sé cómo, ni cuándo, ni por qué y sin querer (¡y pese a mí!), estoy aprendiendo la belleza de enseñar. Ahora bien, esto lo hago a mi manera: toreando como puedo a la gran maquinaria administrativa, a quien  menosprecio porque menosprecia, y a quien comparo con un monstruo triturador. Esta rueda feroz asfáltica y dentada obliga al docente y al alumno a convertirse en engranaje de la gran fábrica de hacer ladrillos que diría Assumpta.
Ya he entendido que este oficio situacional y circunstancial no me anula. No acabará con quién soy porque la educación no puede remediarme gracias a Dios. Sin la escritura y la expresión no soy. La llevo dentro, forma parte de mí como una extremidad o como el cabello, y lo que tengo que encontrar es espacio y tiempo para airearla. Y no tener ni uno ni otro tampoco es culpa de la docencia. Ahora, la clara diferencia es ser consciente  de que lo que hago me está gustando y organizo mis días intentando que ningún alumno vuelva a pensar como yo lo hago, ni como José Hierro o como el mismo Goytisolo escribía: 
"Para que nazca un artista es necesario (...)
que cierren los colegios y las cárceles". 

 Dejo este poema de Joan Maragall, a quien prometo leer más. 


La docencia sólo es salvada por los chavales.


Estima el teu ofici,

la teva vocació,
la teva estrella,
allò pel que serveixes,
allò en què realment
ets un entre els homes,
esforça’t en el teu quefer
com si de cada detall que penses,
de cada paraula que dius,
de cada peça que poses,
de cada cop de martell que dónes,
en depengués la salvació de la humanitat.
Perquè en depèn, creu-me.
Si oblidant-te de tu mateix
fas tot el que pots en el teu treball,
fas més que un emperador que regeix
automàticament els seus estats;
fas més que el qui inventa teories universals
només per satisfer la seva vanitat,
fas més que el polític, que l’agitador,
que el que governa.
Pots desdenyar tot això
i l’adobament del món.
El món s’adobaria bé tot sol,
només que cadascú
fesel seu deure amb amor,
a casa seva.

2 comentarios:

  1. Me ha encantado eso de dedicarte a enseñar y que hables de la maquinaria administrativa como un monstruo triturador. Opino lo mismo. Triturador y muy triturador. Y qué razón tienes en eso de encontrar el tiempo y el espacio para escribir. Te sigo! Saludos

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    1. Intento organizarme para terminar con esta sensación terrible (¡a veces lo consigo!) y sobre todo para rascar tiempo para lo que de verdad me gusta y necesito. Gracias por seguirme y escribir :)

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