Cuelgo textos medio a escondidas o más bien escondida plenamente en el salón de plenos. Debería estar haciendo otras cosas, debería estar preocupándome de otros asuntos o atendiendo cualquier otra tarea que parece no terminar nunca; pero estoy ahíta de deberes y de sentir que el tiempo se escapa sólo en obligaciones. En esta reunión soporífera te saco del bolsillo aunque me miren mal (menos mal que no te he dejado en casa). Aquí falta sentido común y sobra economía.
A Suárez también le gustabas.
En la
cumbre de la alegría;
por el
reino de la dulzura
junto a
la umbría deleitable
sobre
el reino del esplendor
Tales
lugares deseaba
a quien
le dijo solamente
que iba
con él a donde fuese
sin
preguntarle si quería.
La miró
mientras caminaban:
está
jugando a formar aros
con el
humo del cigarrillo;
Tiene
un aire de colegiala
cometiendo
una diablura
en
plena calle y a horas altas;
Pero su
paso es mesurado.
No
puede haber nada tan bello
aunque
es de noche. Ahora se alza
de
puntillas para besarle.
De “La
noche le es propicia.” 1992.
Inma, muy buena la introducción y el poema. He disfrutado de la lectura de las dos partes. Y busca tiempo libre para aumentar este blog con entradas tan generosas.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias, Manuel. Estoy pasando por una temporada en que de verdad que me resulta muy complicado rascar tiempo para el blog. El poema de José Agustín es uno de mis favoritos. Colgaría más (los colgaría todos), sobre todo porque pienso que su figura está un tanto olvidada. Hay tanta economía y tan poca poesía en la vida y es esta última la que te salva... ¨¡no la primera...!
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